Muchos años después de lo establecido por la Ley, la Federación Canaria de Colombofilia decidió adaptar sus Estatutos a la Ley 4/2011 de Fomento de la Colombofilia canaria y protección de la paloma mensajera de la Comunidad Autónoma de Canarias.
Y una Asamblea capaz de aprobar, por unanimidad, cualquier propuesta por muy disparatada que sea, les dio el visto bueno a unos Estatutos que, una vez, le dan la espalda a la propia colombofilia.
Así, en relación con el reparto de las SUBVENCIONES, aunque modificó el Artículo 44 de los Estatutos anteriores, hizo caso omiso al REPARTO que establecía ese Artículo y el 14 de la Ley 4/2011. Por lo que, aunque LA LEY LO EXIJA, NO LO EXIGEN LOS ACTUALES ESTATUTOS.
Y así, olvidándose de las Federaciones Insulares, de los Clubes y de los colombófilos, seguirá pidiendo SUBVENCIONES al Gobierno de Canarias, COMO VIENE HACIENDO DESDE HACE AÑOS, PARA GASTOS PROPIOS DE LA FEDERACIÓN y, con esta disculpa, los utiliza sin aplicarlos al propio deporte.
Gastos propios que se producen por el pago a abogados, procuradores, costas judiciales e intereses por deudas impagadas Y PARA MANTENER EL CONFLICTO EN LA COLOMBOFILIA CANARIA.
Los gastos generales de la Federación Canaria (luz, teléfono, agua, material de oficina, cálculos de concursos, administración, desplazamientos, dietas, confección de las licencias y otros) podrían ser unos 6.500 euros. El importe de las anillas y el seguro deportivo no pueden considerarse como gastos ya que se recuperan por pagarlo los Clubes que lo cobran a los socios.
Considerando el precio actual de las licencias, 13,25 euros y unos 700 colombófilos, resulta una cantidad de 9.275 euros. Es decir, sobran 2.775 euros para premios u otros fines.
Resulta curioso que, sin justificación alguna, se HAYA SUBIDO EL IMPORTE DE LAS ANILLAS y se anuncie la subida de las LICENCIAS, cuando, como ya indico, con el importe actual se cubren sobradamente los gastos generales de la Federación.
Una vez más queda en evidencia el mal uso de la Ley 4/2011, la actuación negativa de la Federación Canaria y el silencio cómplice de los miembros de la Asamblea.
juan reboso.